Domingo


Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean luna de miel.

.

.
.


Sonreía a su lado. Apoyó la cabeza sobre su hombro y sentía como el corazón le latía más fuerte. Le dieron ganas de acariciar su piel, de coger su mano y sentir ese nosequé que en el fondo le hacía sentir bien, a pesar de todo. Se moría de ganas de besarle, de subir un poco más la cabeza hasta llegar hasta su cuello y rozarlo con su respiración, sintiendo los latidos de él aún más fuertes, y así subir lentamente hasta besar sus labios. Pero no, no podía hacerlo... la tentación tuvo que esconderse ante lo prohibido...
.
.

(algún sueño)

Comentarios

Entradas populares