Luna de ayer


Vigilo tus labios con mirada de nácar, merodeo en las dudas que conducen hasta el beso primero, ese que por la noche se medita y vuelve a repetirse, natural, encendido, como un gesto mecánico. Verte desnudo es comprender el hueco de mis manos. No tengo miedo, amor, porque te quiero.

Comentarios

Entradas populares