Madrid


Y partimos

La tarde remonta el hielo de sus ocasos, se abraza gélida con este cielo que arde. Vamos a cambiar el rumbo. Vamos a dejar que los rieles nos crucen por dentro. Volveremos, allá donde se hizo primavera una tarde de invierno. Volveremos donde sólo hemos llegado anhelando, sintiendo, buscando. No devolveremos los pasos.Descubriremos que la soledad es curvilínea, y que los mejores hallazgos despiertan después del naufragio. Hemos sumergido frágiles, nuestra alma en este amor insomne. Y no sentimos pudor ni vergüenza, apenas un fuego tímido reverberando en la piel violeta. Acaso ternura, inocencia. Sentimos. Y el tren se asoma, y allí vamos otra vez.

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