A un día... Aún

Bajo cero, hace tanto frío que todo se convierte en mentira, en nostalgia, tristeza... lo peor de todo es que ahora no tengo ni siquiera a G. para decir que huele a frío en voz alta, a todas horas. Me quemarían cual bruja si confesara que creo en la magia, y me pongo a mentir como nadie. Pero eso no importa, si todavía quedan personas capaces de sacarme esa sonrisa tan rara que tengo con la que me sale un hoyuelo en mi moflete izquierdo. Parece que el invierno me sopla en el corazón y se me ha escarchado...
Acabo por dejar que se muera una parte de mí cada martes, y siempre es una parte buena. Y los jueves acabo despidiéndome a mi misma con la certeza de que soy tan mediocre que aburro hasta a mi perra. Acabo por ser yo la que está bajo cero.

Y ya nunca más volverán mis ojos a ver tus ojos

Y tu mata de pelo

Y allí, desde lo lejos, van llegando los viejos recuerdos en ráfagas, lentas, de viento

Y ya nunca más volverán mis ojos a ser tus ojos,

Y mi mente un vertedero.

Y allí, desde lo lejos, van llegando los viejos recuerdos, tan royéndome por dentro.

Y caer mil veces más, y levantarse de nuevo.

Me hacen falta más de trescientas vidas para quererte como mereces

...O tatuarme a la altura del ombligo las trece formas diferentes que tienes de reír.

((Un hurto entre sístole y diástole.))