Ictericia

Sí, me hace reír y es un tipo como para ser mi tipo, pero no lo es, ni lo será. He tirado la toalla después de un caminar y un lenguaje extraño. Mi risa nerviosa y su caminar tembloroso con ganas de dar mis pasos para que si falseara no me hiciera daño.

No hay malas interpretaciones, está más claro que nunca.
Todo ha cesado. Y de él no se vuelve a hablar aquí.
Como todos los que aparecen y se vuelven a ir.





Por hoy me permito pensar en lo alegre que fue el ayer. Aunque sólo sea para apartar mis miedos y ésta realidad que cada vez está más dormida. Podría estar horas hablando de ti, con la vista perdida y las manos como locas acariciando los recuerdos que mi boca sabe invocar de vez en cuando, podría mirar al pasado con una fuerza ametralladora que rinde homenaje a todos los días que fueron más festivos que nunca.

Las mismas horas y el mismo lugar, las mismas palabras que burbujean con colores de semáforo por el paso de la risa, siento en mi ser los piñones que amargan el sabor de mi locura. Pienso, y hay un bar (el de quebradilla que ya no existe), un poster de Bob Marley, mis cigarros, teléfonos palpitantes, un No por respuesta, un Si por respuesta, un dibujo extravagante de tu libreta parlante, plasma, carne y huesos. Pienso en el ayer como mi película favorita, la que reproduzco sin sentido y con sentir a cada rato que la soledad me invade, el ayer me resplandece. Y sólo hago que huir de un tiempo a otro, de una vida a otra, me haga olvidarme por segundos que nunca en la vida voy a volver a rozarme contigo.



Y metiendo la cabeza en mundos paralelos puedo volver a vivir en las mañanas de los sábados despreocupados comprando entradas de teatro en tu habitación, perfectos actores demostrándonos amor. No me gusta olvidar y lo sabe todo el mundo. El tiempo no cura heridas o sigo siendo defraudada en eso, el destino con sus consentidos, y el tiempo me imagino que igual.


Quiero revivir mi domingo favorito. Quiero dormir y quiero sueños.

Hoy: fue un día extremo

y sé que siempre han valido la pena esos latidos feroces

que se esconden con ojos brillantes.

Noviembre es un mes que se quebró antes de Marzo

y que le tiene miedo a no saber decir adiós.

A la soledad que no conoce,

al vacío que le peina las alas.

¡Gracias por el abrazo que necesitaba!

((Mis sonrisas tienen pizcas de Abril))
~porque si te tengo en frente
me muerdo las ganas
me rompo los dientes~