El corazón en el ombligo

Porque me encanta cuando nos encontramos. Nos vemos, me revuelves, me acaricias...
Siento cómo tus brazos me rodean, y te acercas a mí.
Sabes que me gusta encontrarte en la oscuridad, encontrando más de lo que esperaba. Decirte cosas que ya se saben. Abrazarte y agarrarte fuerte, como si te escaparas.
Y me encanta. Me encanta que me abraces, escucharte describirme así. Podría contarte segundo a segundo lo que me has dicho, lo que he pensado y lo que pasa. Y sin embargo hay tantas cosas... y con miedo, vacilo demasiado.
Me robo palabras del viento y te cubro de ellas y contigo lo lleno todo.


Horas con los ojos cerrados, las mismas soñando contigo. Y me siento privilegiada por respirar de ti y rehacerme contigo, y chocar y revolver. Por todos y cada uno de los segundos que soy capaz de recordar. Las caricias por la espalda. La respiración en el oído. El corazón en el ombligo. La boca en la piel.