Ayer fue un día extraño, tranquilo, solitario, conmovedor, estresante, abrasivo, desbordante y, al final, sereno.



Da lo mismo que te vea o no por días seguidos, o encontrarte en la calle sin querer y no saber si seguirme de largo o detenerme junto a ti, da lo mismo hoy que hace tiempo me hayas hecho sentir feliz y después de tiempo hacerme enojar con ya no recuerdo qué cosa [pero sabiendo ahora por qué lo hiciste así], y que yo haya llorado en el baño tratando de evaporar algo que no va a evaporarse nunca. Da lo mismo cuando te lo digo en silencio; yo estaré ahí para secar tus lagrimas si es que las dejas caer.

[G. ya sabes que, aun con todo, siempre quiero, te]

Comentarios

Entradas populares