Pasemos a otro tema.


Seguramente tu prisa se debía a tu pequeña locura interna, esa que oculta a un animal terrible. Nunca supe que pasó, sólo que me encantó; y es así talvez como, poco a poco terminé por enamorarme de ti. De ti, de tus cantillos, de tus manías y tu orgulloso caminar.
El pasado ya pasó, me dije siempre.
Pero qué pasa si quisiera que volviera, qué me llenara de calor con su frío de nuevo, para llegar a mis espirales, cual fideo con salsa en una tarde de otoño.
Ya no quiero pensar más, no quiero no quiero, no quiero ver plataformas, no quiero observar leones ni hienas soñadoras, no quiero percibir suspiros clemenciales.
Tu pasas, yo paso, a lo mejor, en una de esas, pasaremos de nuevo.
Otra vez.

Comentarios

Entradas populares