OchOoö::OcH(o)0O


Te invito a un café (súper cargado, con cinco de azúcar siendo todo posible). Te invito para que me reconozcas en una mirada casual, de esas que han contenido todas las distancias. Iré vestida de blanco y violeta, con un pañuelo cuadriculado atado a mi cuello (tú sabes que no es el frío, apenas pura vanidad). Te invito para que hablemos de películas, de comic's, de ciencia ficción y te mueras de ganas de que esto sólo sea un cuento de terror; hablaremos de palabras cosidas a la garganta, de pavimento rojo y cenizas en tu almohada.
Conversaremos y las palabras se harán agua y todo cuanto podamos decir será insuficiente. La llovizna se escapará por mis pupilas y tendremos un sabor a piel ansiosa anidado en nuestros labios. Dime, yo no sé mucho de otras cuestiones, invento frases del mismo modo en que invento verdades para alcanzarte. Digamos que mi talento es un artificio.

Y mis ojos mienten si digo que todo sigue como antes. Escucha, las palabras no son complicadas, apenas si articulan una ilusión breve, piensa que el miedo es un sortilegio estéril, prefiero la bondad, aunque mi cuerpo se niegue a sanar ciertas heridas. ¿Qué no es necesario?... Aveces creo que quizá debería evaluar la posibilidad de des-enamorarme.
Aunque pensándolo bien, un café está bueno, y sabes? Me muerdo los labios de solo pensarte de frente a mi, (¡¡Mierda!!) No te me acerques mejor, o harás que no te suelte nunca...



Comentarios

Entradas populares