Conjugando tu verbo en mi presente...

mírame, soy feliz...
tu juego me ha dejado así!


No, no eres un principe; esos se destiñen cuando llueve. Tampoco eres un caramelo en forma de corazón; eres más dulce aún. No creo tampoco que seas una canción de amor, una de los doce mil millones de canciones de amor que existen.
Sin embargo sí creo que vas volando con un paracaídas a tu espalda (aunque tu te empeñes en contradecirme) para salvar a todo aquél que vaya a sufrir una colisión. Pero si no quieres serlo tú, cuando te falte la sonrisa búscame, ya sabes donde encontrarme, entonces yo seré tu paracaídas, tu paraguas, tu sol, tu abrigo, tu invierno o tu verano.
Búscame y sabré por qué lo haces. Pero búscame como lo hiciste en abril y me desarmabas, porque aunque no lo diga demasiado sólo tu eres paracaídas, paraguas, sol, abrigo, invierno y verano para mí.


Ya te lo dije cuando me miras, me sonrojo.
-Parece inreíble que estés aquí
en mis sueños y
que sigas así moviendo todo en mi interior-
y te he dicho pocas cosas pero todas verdaderas,
demasiadas salen de adentro por mis pupilas.
Va a ser un poco complicado que pueda hoy abrazarte
mientras te digo al oído un - ¡Te quiero! -
pero no me puedo detener y aguantarme las ganas de sentir.



¿Qué me has hecho, que ya no puedo dormirme
sin verte al cerrar los ojos, sonriendo, pensando en ti?
Qué me has hecho para conseguir, estable, hacer brillar mis ojos sin apagarse, que mi clavícula no huele a otra cosa que no seas tú, que cuanto más me abrazas más necesito que me abraces, que no quiero amanecer si no es contigo, y que cuando no estás tengo un nudo en el pecho.
Díme, ¿qué me has hecho?
Quiero querer
pero estás presente...
-¿qué hacer?-


Aunque he perdido un poco el norte, me doy cuenta que,
si me diseccionaran,
todo lo que saldría de mi interior sería LUZ a rebosar. En todas las moléculas del cuerpo, en cada vena y arteria, en las
pestañas
, en mis talones, en mi garganta, en cada una de las rallitas de mis
labios y manos, en los huesos de mi espalda, en la punta de la nariz, en mi órgano vital... Ya no hay espacio para el miedo. Será que los monstruitos solo existen en la oscuridad.




La vida sin música sería un error.

(F. Nietzsche)

Comentarios

Iván S. dijo…
te dieron toloache :P

Entradas populares