INSE-PARA-BLES

Ellas eran así: INSEPARABLES.



(foto: Kim Manresa)

Coco y Chita, las únicas personas en el mundo que estaban juntas desde siempre y que yo admiraba por ello. Me retrataba un futuro con mi hermana así, como ellas.

Eran dos hermanas gemelas, que habían pasado su todo y el resto de su vida juntas. Eran mis vecinas, las tías de dos de mis mejores amigas desde la infancia. Ellas vivían ahí porque cuidaban de Ceci y Liliana mientras sus papás trabajaban. Aún me acuerdo de los juegos en el jardín de coco y chita, cuando por error pisábamos una flor y queríamos esconderla entre tanto... Coco siempre se dio cuenta y como era una viejita regañona nos íbamos de ahí cabeza abajo, pero que a fin de cuentas siempre nos perdonaba todo, igual que Chita quien era complice hasta de nosotras.

No sé bien cuántos años tenían en ese entonces, pero se respiraban en los sesenta. Mientras fuimos creciendo, jugábamos a diferentes cosas; recuerdo cuando bailábamos en la calle, era nuestra pista de baile... días en que tocaba tronar las bocinas de la casa de Janeth y días en la mía. Los jardines después se convirtieron en una cochera. Nosotras respiramos adolescencia, pero teníamos muchas cosas en común...

Ceci, Liliana, Martha, Janeth, Rocío... no sólo teníamos en común vivir en la misma calle, estar en la misma escuela, ser mejores amigas, ser niñas y estar unidas desde años, teníamos en común las tías que habíamos hecho nuestras.

Las tías que mi hermana y yo admirabamos desde entonces, por estar juntas y no haberse separado nunca, nosotras decíamos que estaríamos así para toda la vida.



Me acuerdo que el lunes, yo hablaba de mandarlo todo al viejo mundo, olvidarme de estrenar mi corazón, olvidarme de regalar momentos bonitos a quién me tratara bien, pero que a fin de cuentas era una estupidez... ése día después de escucharnos hablar pestes de los malos momentos que habíamos pasado... se le ocurrió hacerme una oferta tentadora:
"No hay que casarnos nunca, -me tendió la mano-
y mejor hay que viajar juntas
y hacer todo (todo) juntas"
-la miré con ganas de estrechar su mano, pero sabía que el futuro era desconocido
y que no quería arrepentirme por no cumplir nuestro pacto. Y sí, lo rechacé...

Hoy hago memoria a ellas, porque cuando pensábamos en una, era pensar en la otra...
pensar que ellas nunca se casaron, ni siquiera sabemos si tuvieron novios alguna vez, si pasaron por llorar lágrimas de cocodrilo por una cosa lela de secundaria, no sabemos si se hicieron alguna promesa, pero se cumplieron estar juntas hasta el día de hoy.
Hoy que recibimos la mala noticia de perder a alguien, hoy que Dios se lleva a una personita hermosa...
Hoy que Chita decidió irse de este mundo, y que Coco seguramente quisiera haberla acompañado...

Comentarios

Unknown dijo…
Me has dejado helado... lo siento infinitamente, de verdad. Lo siento...
Iván S. dijo…
Asi es la vida...
Karla Galaviz dijo…
no sé que decir, lo siento.

Yo siempre tuve la ilusión de tener Una hermana mas O menOs de mi edad, para sEr cOmplices en nuestras cOsitas, perO solo tengO 2 hermanOs, wAáh lOs amO! pero si hace falta Una mujercita cOnmigO.

De verdad que genial que lleves una relaciÓn tan bonita con tu hermana, (algUien me hablo cosas lindas de ella).
y no es necesariO que hagan ese pacto, yo creo que ni el estar Unidas cOn algUien mas, las va a separar de eso tAn bonito que hay entre ustedes.

:)
salUdOs rOnA
Un abrazO
n.n muy bello relato
creo, no, estoy segura de que Chita está en algún bello lugar jugando y esperando a que algún día nosotros también lleguemos a él...

cordiales saludos!
Caro Clack dijo…
Cuando tu hermana de crianza muere, cruza a otro porvenir, que es inentendible para uno, es demasiado doloroso, sientes que el alma no está completa, que una mariposa se evapora entre las nubes, pero también sientes que siempre te llevará y la llevarás contigo.
Me hiciste llorar.

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