Esdrújula

Cuando mis ojos se cruzan con los suyos, algo extraño pasa...

Siento un hormigueo que empieza en las manos, y llega al estómago transformado en cosquillas, a su vez, éstas cosquillas se convierten en murcielagos, que revolotean eufóricos por mi barriga, intentando atravesar la piel para volar a donde sea (sin miedo).

Por otro lado, el corazón, también tiene ganas de tanto.

Para en seco, durante escasos y eternos segundos, (me dá la sensación de quedar sorda); reaccionando bruscamente, acelarando como si el miedo lo persiguiera. Y removiendo la sangre, hace de mis venas ríos enfadados que no quieren perder su dulzura con las saladas aguas del mar.

Mi aparato respiratorio nada entiende, y se asusta, impidiendo que el aire acabe en los pulmones.

Y yo, en poco tiempo, pareciera que he recorrido un desierto entero para cruzarme con esa mirada que me desarma y me vuelve a formar.

Con esos ojos... que me hacen sonreír y no parar.

Sí, quiero que nunca dejes de mirarme.

[Reloj biológico, tic?

Reloj biológico, tac?]

Lléname de abrazos, caricias y besos.

Lléname de sueños nuestros,

nada más.