Seres fugaces

La ciudad duerme y tus pasos se han alejado por completo. Entonces recuerdo aquella noche y el trozo de tu olor impregnado en mis vertices, las miradas que no te di por vergüenza, las palabras que no te dije por miedo. Tengo las manos atadas y quisiera que fueras tú quién las desate. Me muerdo las ansias y los labios para no verme tan obvia, para que no veas el fuego que me incendia las pupilas. El otro día me miraste así, y la boca se me llenó de rencor, de soberbia, de deseos de romperte los ojos de un solo golpe, y pedirte que te fueras ya, guardando los otoños vacíos en el escaparate de tu retina.

Me enviaste lejos con las palabras y ése silencio, me dejaste las manos repletas de sílabas inconclusas, que un día (talvez como hoy) convirtiera apenas en un par de excusas errantes. Al día siguiente por la noche, sentí los celos clavandose como agujas, compitiendo voraces entre mis uñas; me dijiste que no, qué no esperara, qué ahogara los recuerdos o que me los bebiera como acohol, ese alcohol de insomnios absorbí tantas veces de tu boca. La misma que mentía infinitas veces, inacabada en sus soledades, en sus dudas placenteras. Hoy ya no sé si espero respuestas; hay algo que me aleja de ti, de todo mientras tú palpitas, haciendo que la noche me anetesie los recuerdos.

La piel se me ha llenado de grietas, te has convertido en quién me duele en las heridas, en los vibraciones de este corazón. Al parecer has alquilado tus labios, y mi amor es apenas un camino en retroceso. Yo nunca he caminado sola, y tus ojos cerrados impidieron que me siguieras los pasos.

Una distancia salobre se extiende entre nosotros, la ciudad sigue dormida y tus pasos se han perdido ya, efímeros.



Comentarios

Unknown dijo…
Mucho dolor en este texto... que deseo sinceramente que sea ficción.

Niña, si estás sufriendo lo que has escrito, lo lamento de corazón, y sólo se me ocurre ofrecer mi apoyo... Ya sabes cómo localizarme, mi mail está en mi perfil.

Un caluroso abrazo y un tierno besito.
Metrópolis dijo…
Como es la vida de injusta, y cambiante...por ratos nos llena el corazón de palpitaciones tranquilas, digamos cuasi alegres, y de momento, el tamborileo dentro de nosotros se torna obscuro, casí obsenamente sombrio.

Deten ese andar, detente un momento y quitate esas vendas de los ojos, y marca un nuevo compas con tu corazón y emprende un nuevo recorrido hacia nuevas rutas...mantente alejada del pasado gris, disfruta el presente en blanco y agrégale mucho color a tu futuro.

Abrazos fuertes y besos tiernos hermosa...Dulces sueños.
.A dijo…
rompe esa distancia.... y no calles nunca :)
Dara dijo…
Y llegará el momento en el que ya ni siquiera se vean al otro lado de esa distancia salobre como lágrimas, y lo más triste de todo es que ni siquiera les importará. El olvido anestesiará sus recuerdos y se los comerá a bocados para que no les duelan.


Miau
Iván S. dijo…
Si como que siento que siempre te guardas cosas no se...

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