No (ser) despedida

Lo que da miedo, no son los besos, es saber sabores y olores que sentía perdidos, volver a escribir para dejar en cualquier papel aquello que no soy capaz de decir, errar, equivocarme una vez más apesar de haber tenido cautela para no asustarme, eso es lo que más me atemoriza.

Que me jale del pelo y quedarme enganchada en sus pupilas, que fuera lo más bonito que me ha pasado en la vida (más que las noches de abril y la luna de octubre), intercambiarnos sentimientos, cogernos de la mano, compartir calzadas, andar por el mismo suelo y en la misma dirección, tenerle miedo a la soledad cuando no esté y morderle el labio inferior hasta haber probado su sangre, todo eso podría pasar si el beso no es la despedida de los segundos que nunca conocí.




((Larga vida
a los que se olvidan de mí))





Y sentía
como si me arrancaran trozos de corazón,
tú seguías en tu mundo.
Arrancándome-los.
Y no te dabas cuenta…


Cuando se separaron,
Bastet tuvo la sensación de que seguía sin corazón,
pero ahora el de su príncipe ocupaba el vacío.

Comentarios

۴ℓïdïά۴ dijo…
Maldito miedo que nos pone mil trabas y de verdad que da miedo volver a arriesgarse a sentir sabiendo que hay una posibilidad de quedarte solo. Ahí es donde se nos presenta el dilema no?...

Un beso RoO!
Loana dijo…
que lindo blog
m a r i e dijo…
Cuando se separaron,
Bastet tuvo la sensación de que seguía sin corazón,
pero ahora el de su príncipe ocupaba el vacío.


TU BLOG ME DA SOBREDOSIS DE VITALIDAD.

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