Taquicárdica

Qué raros los días en los que el corazón no conoce orientación. Que los lugares pierden color y no pueden sostenerse, que necesitan barandales.

Espero consecuencias de errores fatales, seguir su curso hasta explotar salpicando de sangre y saltando las vísceras a los involucrados. De ser mi mayor error, me imagino mi vida catastrófica invadiendome... no la imagino de otra manera.

Hoy mi mañana tiene otro color, pero me pregunto si a la noche estará el abismo tan cercano a mis lumbares, que llega y se queda provocandome desorden en la marcha.


Hay quien dice que los errores son buenos, pero yo dudo cuando de estos dependen mucho los sentimientos. Me paro a pensar y no pienso en nada más que en la intervención, es un 80% de mis pensamientos deseosos de que todo salga bien con todas mis fuerzas me agarro al éxito, con sangre en las uñas.
(Suerte que aún recuerdo los musculos).


Y suena la casualidad en la radio, el mundo se para y ya no sé donde estoy, veo gorros y botas, y preguntas retóricas que se preguntaron hace ya tanto. Veo sangre y veo destinos inciertos.

Y la vida no es mas que una sucesión de errores repetidos una y otra vez. (Habrá quien opine distinto) Estoy confusa y ya no sé que sentido darle a todas las tensiones que me dejan enferma, los colores se disipan y voy hundiendome en un mundo deforme que se agrieta porque mi sonrisa pesa demasiado para sostenerla. Pero luego pienso que las drogas están haciendo más efecto, puede que mañana me despierte con una luz naranja bañandome las pupilas, aunque quién sabe, puede que mañana me despierte y ya no sea yo.





Cirugía a las 15:oo horas: Esplenectomía.
Hoy yo dirijo el bisturí,
nerviosa y taquicárdica.

::Los latidos se sienten tan adentro

que los que puedo tocar

y la aorta me diseña la razón::